Arbitrario como todo juicio, me pongo a pensar quiénes pudieran ser los más grandes hacedores de canciones populares que en los últimos 50 años han producido los Estados Unidos y me queda clarísimo que los primeros cinco lugares de esa lista debieran estar ocupados por Bob Dylan, John Fogerty, Paul Simon, Brian Wilson... y Neil Diamond. A veces siento que al viejo Neil no se le ha hecho justicia y que no es merecedor del reconocimiento que se merece. Imposible hacer una lista mínima de canciones inmortales, universales y legendarias que ha firmado. Hoy me quedo son Soolainmon, porque es una de esas canciones que yo llamo "totales". Tiene una letra que se aproxima mucho a la poesía, una melodía inolvidable y una intensidad emocional -sobre todo en el crescendo del final- que sólo se me ocurre comparar con clásicos indestructibles como "Hey Jude" o "Puente Sobre Aguas Turbulentas" e incluso "American Thrilogy" y "My Way" en las versiones de Elvis.
La palabra "soolaimon" proviene de la raiz árabe "salamah", que a su vez se emparenta con la hebrea "shalom" y que aún cuando tiene varias acepciones en Arabia y Africa (desde "hola", "adios" y "bienvenido") impone la tradicional judía de "paz" o "que la paz sea contigo". Diamond estudió cultura africana en la UCLA y ahí conoció el término y lo adaptó para escribir la letra e incorporarla junto con una serie de canciones que combinaban gospel y melodías africanas a su disco "Neil Diamond" de 1970. El prestigio que le generó su ambiciosa y lograda obra lo llevaron a componer e interpretar la banda de sonido de la película "Juan Salvador Gaviota", basada en la maravillosa novela de Richard Bach en 1973.