miércoles, 30 de mayo de 2012

Neil Diamond - Soolaimon (en vivo, 1992)


Arbitrario como todo juicio, me pongo a pensar quiénes pudieran ser los más grandes hacedores de canciones populares que en los últimos 50 años han producido los Estados Unidos y me queda clarísimo que los primeros cinco lugares de esa lista debieran estar ocupados por Bob Dylan, John Fogerty, Paul Simon, Brian Wilson... y Neil Diamond. A veces siento que al viejo Neil no se le ha hecho justicia y que no es merecedor del reconocimiento que se merece. Imposible hacer una lista mínima de canciones inmortales, universales y legendarias que ha firmado. Hoy me quedo son Soolainmon, porque es una de esas canciones que yo llamo "totales". Tiene una letra que se aproxima mucho a la poesía, una melodía inolvidable y una intensidad emocional -sobre todo en el crescendo del final- que sólo se me ocurre comparar con clásicos indestructibles como "Hey Jude" o "Puente Sobre Aguas Turbulentas" e incluso "American Thrilogy" y "My Way" en las versiones de Elvis.



La palabra "soolaimon" proviene de la raiz árabe "salamah", que a su vez se emparenta con la hebrea "shalom" y que aún cuando tiene varias acepciones en Arabia y Africa (desde "hola", "adios" y "bienvenido") impone la tradicional judía de "paz" o "que la paz sea contigo". Diamond estudió cultura africana en la UCLA y ahí conoció el término y lo adaptó para escribir la letra e incorporarla junto con una serie de canciones que combinaban gospel y melodías africanas a su disco "Neil Diamond" de 1970. El prestigio que le generó su ambiciosa y lograda obra lo llevaron a componer e interpretar la banda de sonido de la película "Juan Salvador Gaviota", basada en la maravillosa novela de Richard Bach en 1973.

viernes, 4 de mayo de 2012

Oasis - Don't Look Back In Anger (en vivo en Wembley Stadium,)

La mejor canción de las que John Lennon no llegó a componer. Difícil imaginar una banda tributo tan cara, tan perfecta y tan hábil para desmarcarse del plagio -al menos legalmente- como Oasis. Esta es una canción totalmente beatle, tanto que hasta se la puede imaginar en la azotea de Apple, quizás entre "I've Got A Feeling" y "Dig A Pony" y calentando el ambiente para el broche de oro con "Get Back" con el que los Fab Four clausuraron el ciclo más exitoso de la historia de la música, el que abrieron Bach, Beethoven y Mozart dos siglos y medio antes (*). Los hermanos Gallaher son tan pero tan fanáticos de Los Beatles que no se conformaron con imitar (¿robar?) las secuencias de acordes y armonías, imitar la voz nasal de Lennon, cortarse el pelo igual y usar los mismos lentes modelo '66, sino que incluso se casaron con sus respectivas Linda y Yoko en los mismos registros civiles en que se casaron John y Paul y ficharon al hijo de Ringo como baterista de Oasis. Y como no podía ser de otra manera, en su afán por clonar a la dupla más gloriosa de compositores en la historia del rock, acabaron peleados entre ellos y llevan un par de años sin hablarse. Difícil imaginar cómo sonarían en vivo hoy Los Beatles, pero esta versión de "Don't look back in anger" creo -creo- se aproxima muchísimo. Pero hipótesis, chismes y plagios al margen, esta canción es absolutamente gloriosa.

(*) la exageración es cien por ciento mía y algún día escribiré un libro para justificarla. Y entonces dejará de ser -y parecer- una exageración.



miércoles, 2 de mayo de 2012

Los Beatles - "Helter Skelter"

40 años después de su edición en el mítico y colosal Album Blanco de Los Beatles, Helter Skelter sigue sonando tan apabullante, inquietante, terrorífica y misteriosa como cuando los Fab la grabaron en una sesión catártica y alienante en la que pusieron en 10 todos los amplificadores de Abbey Road al punto de casi volar el techo del estudio. Ya para entonces no eran los cándidos muchachos que querían tomar tu mano. Eran cuatro tipos con frustraciones insoportables que se odiaban entre sí y que en lugar de matarse a golpes se encerraron una noche de brujas para fundirse como una sola entidad en un aquelarre infernal y grabar esta canción enferma para sacar, al menos por unas horas, todo lo que los estaba pudriendo por dentro. A pesar del propio McCartney, que quiso componer una estúpida canción sobre toboganes y resbaladillas, Helter Skelter se convirtió en una invocación de sus demonios personales, que acabó contagiando a sus tres compañeros para volver a crear una sinergia única, ya casi perdida en el cuarteto; musicalmente en algo nunca antes escuchado en un disco -una hazaña fundacional más en la historia de Los Beatles- y en un exorcismo musical que -así de tétrico- llegó a inspirar -según el retorcido y más enfermo argumento del criminal- algunos de los asesinatos del clan de Charles Manson, incluyendo el de Sharon Tate, esposa del cineasta Roman Polanski. La primer canción punk, metal y trash de la historia. La versión original, que supongo fue lanzada como el Anillo Unico al fuego de Mordor ya que nunca fue publicada ni siquiera en bootlegs, duraba 27 minutos. De esa legendaria y desaparecida toma sólo se agregó a la mezcla editada en el disco la voz de Ringo gritando al final, después de un falso final en el que la canción desaparece y regresa "¡Tengo ampollas en los dedos!" antes de desmayarse sobre la batería. Una verdadera locura. La revista "Q" la ubicó en el puesto 5 dentro del ranking de las 100 canciones de guitarra más importantes en la historia del rock.