martes, 25 de septiembre de 2012

Can - Mother Sky

El término "banda de culto" se inventó cuando surgieron los alemanes de Can con su no-rock psicodélico-minimalista, a prueba de clasificaciones y etiquetas. Alguien lo bautizó como "kraustrock" y a partir de ahí empezaron a salir imitadores hasta de debajo de las piedras. Canciones sin forma aparente pero hipnóticas que podían durar tres minutos... o cuarenta. Discos que son verdaderas obras de arte, como "Soundtracks" o "Tago-Mago", influencias que van desde la vanguardia experimental de un genio loco como Stockhausen, hasta el Pink Floyd germinal, pasando por la Velvet Underground y -cuando no- por los mismísimos Beatles. Diez años después, Joy Division se apropiaría alevosamente de la línea de bajo -entre otras cosas- y muchos darían por supuesto que los Joy habían inventado un sonido. Nada más lejos de la verdad. Si Warren Zevon fue el solista más injustamente subestimado del rock, a Can le cabe la misma condena pero como banda. "Mother Sky" puede parecer interminable con sus catorce minutos, pero cuando uno entra en el crescendo hipnótico de ese groove interminable siente que podría quedarse a vivir en ese trance. Unos verdaderos genios...



sábado, 8 de septiembre de 2012

Warren Zevon & Bruce Springsteen - Disorder In The House

Unos meses antes de morir en 2003 y ya en parte habiéndolo decidido -renunció a los tratamientos más invasivos, que eran los únicos que le prometían alguna posibilidad-, Warren Zevon, quizás el más grande genio injustamente ignorado en toda la historia del rock, llegó a completar su último disco, "The Wind". El hombre reunió a una verdadera legión de leyendas para esa fiesta de despedida. No faltó nadie de los vivos, quizás solo uno de sus mayores fans y colaboradores de antaño: David Gilmour. Por lo demás, el casting fue impresionante: Jackson Browne, Bruce Springsteen, Emmylou Harris, Bob Dylan, Tom Petty, Joe Walsh, T-Bone Burnett, Ry Cooder, Jim Keltner, Don Henley, Dwight Yoakam, entre otra docena de talentos. David Letterman le "cerró" toda la hora de su famoso programa para él solo cuando presentó el disco, siete meses antes de morir, cosa que jamás antes había hecho ni volvió a hacer con nadie. Era uno de sus mejores amigos y admiradores. Le preguntó esa noche qué diferencia había entre la vida y la muerte, ahora que estaba caminando en el alambre que las separaba. Zevon pensó unos segundos (esto está en YouTube, vale mucho la pena verlo) y le dijo que ahora disfrutaba cada sandwich. Cuando lo despidió, al final del programa, después de la última canción que tocó en público en su vida, Letterman lo abrazó y le dijo simplemente: "Enjoy the sandwich". Así se llamaría el disco que un año después algunos de sus talentosos y legendarios amigos le dedicarían, recreando varios de sus éxitos...
Les comparto la canción que Warren Zevon y Bruce Springsteen compartieron en aquellas últimas sesiones en la vida de ese artista enorme...
Buen fin de semana y disfruten cada sandwich...