domingo, 8 de septiembre de 2013

Elvis Presley - Jailhouse Rock

El 30 de abril de 1957, entre las 10 de la mañana y las 13.45 de la tarde, en los estudios de radio de la M.G.M. (Metro-Goldwin-Mayer) en Hollywood, California, cuatro músicos llamados Dudley Brooks (pianista), D.J. Fontana (batería), Bill Black (contrabajista) y Scotty Moore (guitarrista), junto con Gordon Stoker y Neal Matthews (coristas) acompañaron a Elvis Presley para grabar una de las piezas fundamentales del rock and roll y posiblemente de todo el siglo XX: "Jailhouse Rock". Se grabaron 6 tomas, siendo la 6ta. y última la definitiva, ya con el combo perfectamente acoplado para darle a la canción de Jerry Leiber y Mike Stoller un acople y una sustancia definitiva... y legendaria. Una semana después los músicos completarían en el mismo estudio californiano el soundtrack completo de la película homónima, una de las pocas realmente destacables dentro de la filmografía de Elvis.
Viene a cuento todo esto porque anoche la escuché en un salón, con un sonido respetable y a buen volumen y me soprendí de lo verdaderamente fuerte, clara y poderosa que suena a 56 años de haber sido grabada sin la parafernalia técnica con que hoy día cuenta cualquier estudio, aún casero. El sonido de la batería es brillante, el redoblante parece que estuviera sonando en el mismo espacio en donde uno la está escuchando, las escalas del piano son nítidas y le ponen un swing inigualable a la canción y el sólo de Scotty Moore fundó toda una escuela y al día de hoy sigue siendo tan reconocible como la propia canción. Mientras tanto, Elvis llega a la 6ta. toma con el desgaste vocal exacto para darle a la lírica un sentido de urgencia e intensidad que sólo se puede traducir en tres palabras: rock and roll.
Del video hablé mil veces. Y hablaría otras mil para decir lo mismo: es el mejor video jamás hecho de una canción, en cualquier lugar, en cualquier género.



domingo, 5 de mayo de 2013

Paul McCartney - No Other Baby

Una insignificante y alegre canción de los '50 que Paul McCartney se aprendió de memoria cuando tenía 15 años ("nunca tuve el disco... todavía no lo tengo" comentaba en las notas de su disco "Run Devil Run") y que recreó en esta grabación pero de una manera absolutamente oscura, muy distinta a la versión original de los Vipers, la banda que originalmente la publicó. A un año del fallecimiento de su esposa Linda, el tono es inequívocamente doloroso y evocativo... "I don't want no other baby but you...". Cuando en algún momento de mi vida pasé por algo similar, me recuerdo cantándosela a mi bebé Dylan para arrullarlo en las noches. El video es de lo mejor que le vi a McCartney, si no el mejor, porque transmite ese sentimiento de soledad y desamparo desde una concepción casi poética de la cámara. Pocas veces McCartney logró expresar una emoción -una tristeza tan grande diría yo- de una forma tan profunda y a la vez contenida, lejos del sentimentalismo que le conocemos. Lo que se calla es mucho más evidente y desolador que lo que canta. Y la banda que lo acompaña es en sí un tributo a Linda... David Gilmour de Pink Floyd en la lira, Ian Paice de Deep Purple en la batería. En fin... una canción tan simple como emotiva que no deja de conmoverme y de hablarme al oido para recordarme que de algunos pesares nunca se regresa del todo...









domingo, 3 de marzo de 2013

R.E.M. - Everybody Hurts

Cuando me preguntan cuál es el mejor video de una canción que he visto jamás pienso en las pirotecnias de monstruos danzantes de Michael Jackson ni cosas por el estilo. Siemore, contra viento y marea sostengo a éste video de R.E.M. como el mejor que vi, promediando todo lo que espero de un video. Es cierto, el texto de la canción es tremendo -aunque también esperanzador como conclusión- y todavía le agregan unos subtítulos que reflejan lo que está pensando y sintiendo la galería de seres humanos que transitan por las imágenes cargando el peso de sus miserias como una lápida. Alguna vez la eligieron como la canción más deprimente de la historia del rock y no dudo que lo sea, pero aquí no deja de ser una combinación de música, texto e imágenes, de interpretaciones y dirección casi poética, tan angustiante como admirable. El propio guión debiera haber ganado un Oscar si los videos musicales calificaran como cine. Y es increíble que ese mundo del cine no haya jalado a Michel Stipe para explotar su veta actoral. Es alguien capaz de emocionar con la pura gestualidad sin tener que abrir la boca para cantar. No lo digo sólo por este video, también hay momentos interpretativos gestuales épicos registrados en video de varios conciertos de R.E.M que he visto. Es un actor fabuloso.
Pésima rola para un domingo en la tarde, pero no deja de escupir una lastimosa cuota de verdad que siempre nos jode reconocer, sea el día que sea: todo el mundo te lastima alguna vez...




sábado, 2 de marzo de 2013

Paul McCartney - Please, please me (en vivo, 2002)

Lo primero que aprendí a decir (ya que no a cantar) en inglés, aún sin saber el significado fue "last night I said these words to my girl, I know you never even try, girl... c'mon, c'mon, c'mon, please, please me, oh yeah, like I please you!" Lo gritaba como un desaforado a los diez o doce años años frente a un espejo tocando una escoba al revés -no había escobas para zurdos entonces, creo que todavía no las hay- y aunque nunca fui zurdo, quería ser Paul McCartney. Entiéndase, no "como" Paul McCartney... quería ser Paul McCartney. Es más, todavía quiero. No había en mi vida nada que no fuera Beatles, juro que absolutamente nada. Nada era tan valioso, tan excitante, tan emocionante, tan importante. Y si no fuera porque la vida nos hace conocer otros arrabales que nos van completando, posiblemente todo seguiría siendo igual. Esta fue la canción que me hizo perder el jucio -o debería decir, la primera-, pero todas las que vinieron después tenían las mismas cuatro firmas. Y es increíble que a 50 años de haber sido grabada, uno de los dos autores la siga cantando con semejante pasión, con la misma energía, si es que no más. Pasión y alegría que contagia, que lleva la nostalgia a terrenos difíciles de soportar. Por eso entiendo a la joven del minuto 1.46 que protagoniza uno de los pucheros más preciosos de la memorabilia beatle en video y a la señora del minuto 1.50 que rompe en llanto su emoción mientras la otra que la acompaña -¿su nieta, su hija?- la mira burlonamente mientras sigue cantando como si nada, como si fuera una de Shakira o del Sanz, sin entender que esa ya casi anciana dejó la piel en ese "please, please me" que la  regresó cinco décadas en el tiempo, aquel en todos éramos mejores -o nos preparábamos para serlo, aún sin haber nacido-, mas bellos, invencibles al amparo de ese estribillo todopoderoso. Apenas dos minutos tardaron Los Beatles para provocar el tsunami musical más poderoso del siglo XX con éste, su primer número 1. Dos minutos para cambiar el mundo, para que nuestra vida fuera mejor sólo por el hecho de haberlos conocido.
Y para acabar... te gusten o no Los Beatles, querid@ amig@, si está canción no te levanta el ánimo, tu pobre corazón no tiene remedio.


Fleetwood Mac - Second Hand News



Corría 1977 y Fleetwood Mac se aprestaba para convertirse en la siguiente gran cosa del rock/pop americano. La excusa, el motivo o el detonante para tal suceso vendría de la mano de un disco que los posicionó como la perfecta banda radial, un prospecto de lo que luego se conocería como AOR (rock orientado al público adulto) y que de manera sorprendente para los mismo integrantes de la banda se convertiría en el disco más vendido en la historia de la música hasta que el más blanco de los hermanos Jackson pubicara en 1983 ese fenómeno a prueba de balas llamado "Thriller". Pero apenas editado, aún los paladares más exigentes tuvieron que reconocer que el nuevo disco de los Mac era algo sensacional, una aplanadora de hits, un álbum que podías poner de principio a fin hasta gastarle los surcos sin cansarte de oírlo.
Grabado en los míticos Record Plant Studios de Sausalito, California, “Rumours” encontró a Fleetwood Mac siendo casi una combinación de Los Beatles con Abba: el Mac de fines de los ’70 era un culebrón de parejas entremezcladas y relaciones amorosas conflictivas entre sus integrantes. Pero también de talentos individuales poderosos en la parte creativa y vocal que al igual que los 4 de Liverpool generaban una tensión y una sinergia creativa e interpretativa sorprendente. Cuesta trabajo el creer que una obra que se convertiría en un clásico instantáneo y en un fenómeno de ventas que a la fecha sigue facturando de manera consistente haya sido procreado en un ambiente de recelos y descontrol que hubieran hecho persignarse a los más desaforados rockeros, punketos o heavy metaleros de la época. Los propios ingenieros de Record Plant afirman que Fleetwood Mac llevó la palabra “excesos” a un nivel desconocido hasta entonces durante aquellas sesiones. Y la misma Stevie Nicks asegura que tuvieron que tocar fondo en todos los sentidos para que aquella obra pudiera emerger, no ya como una manifestación de talento sino como una necesidad de supervivencia grupal y personal. Tan enfermo estaba aquello que la pareja que en la vida real constituían Lindsay Buckingham y Stevie Nicks no dudó en ventilar sus trapos nada menos que en la canción que abre el disco. Y en un gesto que honestamente no sé si adjudicárselo a cierta bizarra forma de madurez o a simple intoxicación química, en lugar de aventarse canciones el uno contra el otro –lo típico en estos casos-, eligieron una y la cantaron juntos. En “Second Hand News” Buckingham sin pelos en la lengua la acusa de pintarle el cuerno, le grita que él no es una “noticia de segunda mano” y que si ella se larga –obviamente con el tercero en discordia- no la piensa extrañar. Nicks no solamente aguanta como la dama de hierro que es, sino que le regala una de las mejores segundas voces y armonías que este servidor haya escuchado jamás en una canción pop.
“Second Hands News” no es la mejor canción de "Rumours" en caso que haya una. Pero abre el disco de una manera incendiaria a pesar de ser acústica. Buckingham está enojado, frustrado, cansado, desolado. Nicks, ya se ha dicho, calla –cantando- y otorga, Mick Fletwood le pega a la batería como si algo tuviera que ver con el asunto, Christine McVie pone unas armonías deliciosas que no le piden nada al “Because” de Los Beatles y John McVie al bajo abusa de su habitual "low profile" y desentona poniendo un toque necesario de sobriedad -paradójico en alguien que se destacó por ser uno de los más grandes bebedores del blues británico- en medio de aquel aquelarre de ego, cocaína, infidelidades y pasiones inconfesables- poniendo el ritmo consistente de su bajo metronómico que parece no querer llamar la atención, no sea cosa que le caiga una bala perdida.
Afortunadamente americanos en aquellos años –en su natal Inglaterra no habrían sobrevivido al tsunami del punk- Fleetwood se convertiría gracias a “Rumours” en la nueva gran bestia pop de los ’70 y definirían un sonido que marcaría mucho de lo que vendría después…



sábado, 17 de noviembre de 2012

The Rolling Stones - Mixed Emotions

Los Rolling Stones cumplen 50 años... y su última canción "buena" -y hasta muy buena si me apuran un poco aunque el riff de guitarra sea un descarado robo del "Neighborhood Bully" de Bob Dylan de su disco "Infidels" de, '83-, es "Mixed Emotions" que está por cumplir 24. Es decir, que de su muy festejado medio siglo de vida la alegre banda de las piedras rodantes lleva la mitad sin hacer canciones -no hablemos de discos- que estén a la altura del impresionante catálogo de clásicos que firmaron entre el '62 y el '81 -su último gran disco es de ese año, el "Tatoo You"-. Entre el '81 y el '89 hubo dos que tres canciones aceptables naufragando en un par de discos malos. Y el "Steel Wheels" del '89 dejó un buen sabor de boca con esta canción y dos o tres más que prometían... ¿Qué les pasó después? Jagger y Richards hicieron muy buenos trabajos solistas por su cuenta en esos años -de hecho los Expensive Winos de Richards eran mucho pero mucho mejores que los mismísmos Stones en aquellos tiempos, tanto en estudio como en concierto-. Lo cierto es que, de manera evidente, comenzando los '80, la magia se terminó. Bodas de Oro stonianas con emociones mezcladas, como dice esta estupenda rola...



lunes, 8 de octubre de 2012

The Blues Brothers...

Los Blues Brothers fueron el mejor chiste en la historia del R&R después de Kiss. Surgidos del programa de televisión más famoso del mundo (el "Saturday Night Live") como un número de comedia más, se terminó convirtiendo en un fenómeno que incluyó una película y una colección de discos verdaderamente memorables. Los actores John Belushi y Dan Aykroyd le daban vida a los hermanos Jake y Elwood Blues -cantando de verdad, fantásticamente Belushi- y respaldados por una banda de verdaderos animales del rock, del blues y del soul blanco como Steve Cropper y Donald 'Duck' Dunn, entre otra comitiva de talento. La película se transformó en objeto de culto gracias a la participación de leyendas como Aretha Franklin, John Lee Hooker, Ray Charles y James Brown entre otros. Aparecía también Carrie Fisher (la princesa Leia de "Star Wars", haciendo tiempo en lo que comenzaba la filmación de "El Regreso del Jedi"). Lamentablemante Belushi, que estaba junto con Aykroyd preparando y pre-produciendo lo que iba a ser la siguiente película de ambos, "Los Cazafantasmas" y grabando más discos de los Blues Brothers, murió por una sobredosis de todo lo que se metía, en un penoso episodio en el que también estaba involucrado su gran amigo Robin Williams. Su lugar en los míticos "Ghostbusters" sería ocupado por el gran actor Bill Murray. Los Blues Brothers se han ido reciclando desde la muerte de Belushi, incluso con su hermano Jim -con todo y otra película y disco en el 2000-, pero a criterio de este servidor ninguna reencarnación ha superado ni superará el ángel y el carisma de Jake & Elwood, los verdaderos y originales hermanos Blues.
De la banda de sonido de la película de 1980 me quedo con estas dos versiones: la primera es un cover del grandioso Solomon Burke, "Everybody Needs Somebody" y la segunda, otra extrarodinaria versión -sino mejor que la original- del "She Caught The Katy", del maestro Taj Mahal...